El trastorno de identidad de la integridad corporal o BIID por sus siglas en inglés (Body Integrity Identity Disorder) es un desorden psiquiátrico a causa del cual la persona que lo padece sufre de una imperiosa necesidad o deseo de amputarse algunas zonas o extremidades sanas de su cuerpo.
Aunque tradicionalmente se le ha otorgado en nombre de apotemnofilia, la realidad es que el trastorno de identidad de la integridad corporal no incluye ningún tipo de componente o motivación sexual por la que la persona desee amputar cualquier zona de su cuerpo.
Por lo tanto debe establecer una clara diferenciación entre ambos conceptos. Mientras que en la apotemnofilia la persona siente excitación o placer sexual ante la idea o la imagen de uno de sus miembros amputados, en el trastorno de identidad de la integridad corporal existen otro tipo de motivaciones.
Concretamente, una de las principales motivaciones de este tipo de pacientes es la de poseer algún tipo de discapacidad. Pero no por motivos económicos, sino por la mera atracción que les causa vivir en este estado.
Otra de las motivaciones es la conseguir cierto aspecto físico de particular agrado para estas personas. Esta motivación sería el equivalente extremo a aquella que sienten algunas personas que se someten a cualquier tipo de cirugía estética con la intención de modificar alguna parte de su cuerpo que no les resulta atractiva.
No obstante, en el trastorno de identidad de la integridad corporal, las personas experimentan la sensación de que ciertas partes de su cuerpo no les pertenecen, las sienten ajenas a ellos y esto les provoca un gran malestar.
Este desorden tiende a manifestarse ya en edades muy tempranas, durante las cuales los niños tienden a imaginar que les falta o desaparece alguna parte de su cuerpo.
Finalmente, este trastorno puede ser confundido con el Trastorno Dismórfico Corporal (BDD). No obstante, en este último la persona experimenta una angustia profunda por la apariencia de una parte específica de su cuerpo la cual consideran defectuosa o poco atractiva, y a pesar de que sientan el deseo imperioso de modificarla nunca se plantean que esta desaparezca por completo.