Sentimientos posteriores a la amputación

Sabemos y comprendemos la complejidad que implica reintegrarse a la sociedad para una persona con una amputación, sea esta amputación por accidente traumático o por enfermedad. En los casos de amputaciones congénitas es diferente, ya que los que ven la dificultad en la mayoría de las ocasiones son los demás, el menor tiene un desarrollo normal y aprende a interactuar con el mundo de manera natural ejerciendo habilidades que en incluso personas con todos sus miembros no pueden desarrollar.

La persona amputada lo que debe enfrentar, es iniciar desde cero casi todos los aspectos de su vida que eran cotidianos. Son muchas las dificultades, adaptarse a su nuevo contexto, conseguir empleo, duelos patológicos, ansiedad, estrés y en algunos casos conductas suicidas, retos que deben afrontar tanto a ellos como pacientes como sus familias.

También el convertirse en centro de atención de familiares, amigos y conocidos es otro factor que deben afrontar y el que puede generar mayor introversión, ya que preguntas como ¿Qué te paso?, son el diario vivir.

Volverse a mirar con los mismos ojos

Deben además iniciar un proceso de autoconocimiento y auto aceptación, pues estéticamente ya no serán iguales, pero deben comprender que es posible llevar una vida digna y normal a pesar de los cambios en su cuerpo.

Sin embargo entre todo aquel dolor, también existe la resiliencia, es la capacidad que tiene la mayoría de personas de enfrentar situaciones difíciles, a través de la creatividad, de los vínculos afectivos, de las redes de apoyo e incluso del humor, siendo una forma de enfrentar la realidad y el cambio en sus vidas. https://aprendemosjuntos.elpais.com/especial/no-hay-nada-mas-divertido-que-reirte-de-ti-misma-sara-andres/

El proceso no es solo difícil para los pacientes amputados, es algo que afecta a familiares, amigos, conocidos y compañeros de trabajo. Pero es muy gratificante para el paciente y sus allegados ver el cambio e incluso sin tener su prótesis, empoderados de su vida, con un sentido de pertenencia y con un conocimiento de sí mismos que los lleva a aceptar las situaciones nuevas en su vivir.

Impacto emocional

Para llegar a todo esto el rol del psicólogo es como el timón y ancla a la realidad. Los pacientes amputados requieren esa asesoría, guía y educación, fundamental para el proceso de auto aceptación y autoconocimiento. Ya que las nuevas habilidades y capacidades que desempeña física y emocionalmente en su diario vivir. Los aspectos emocionales abarcan todo en su vida, el impacto emocional que lleva al paciente y familia genera muchos cambios tanto internos como externos.

Este impacto emocional genera unas reacciones particulares en las cuales el psicólogo puede intervenir adecuadamente para así mejorar la calidad de vida.

Ideas irracionales o distorsión cognitiva

Estas son el miedo, el abatimiento, el rechazo o negación, la ira o irritabilidad, la tristeza o aflicción, la ansiedad y estrés, pérdidas significativas en la autoestima, en la confianza en sí mismo, se perciben como incapaces, sienten frustración, y son pocos los sentimientos de aceptación y esperanza.

De acuerdo a varios autores, las distorsiones cognitivas o ideas irracionales son aquellas que permiten que el impacto emocional con sus pensamientos negativos permanezcan y generen diferentes sentimientos y emociones contraproducentes para el proceso de auto aceptación y autoconocimiento.

 

Algunos métodos de intervención

Según Beck 2001, las distorsiones cognitivas más comunes en personas amputadas son:

Pensamiento todo o nada ej. Fracasare en todo, no lograre nada, sin mi mano soy un incompetente

Pensamiento catastrófico ej. Estaré tan molesto y angustiado por mi dolor que no podré hacer nada

Descalificar o dejar a un lado lo positivo ej. No quiero ser una carga para mi pareja, no quiero que siga esforzándose por mí.

Catalogar ej. Soy un perdedor

Magnificar/ minimizar ej. Obtuve un avance menor en la recuperación de la operación demuestra que no voy a poder recuperarme bien.

Personalización  ej. Las personas son fría y distantes conmigo porque yo hice algo incorrecto, no se todavía que fue lo que hice pero estoy seguro que se debe a que me tienen rabia.

Filtro mental.

Leer la mente.

Sobre generalización.

Razonamiento emocional.

Afirmaciones del tipo debo o tengo que.

Visión de forma de túnel.

Por otra parte Fishman (en Cajigas y Jimenez, 2009) Analiza los aspectos psicológicos de la conducta del amputado con las experiencias y problemas reales como resultado de la amputación.

Cómo reacciona a estos estímulos, los tipos de conducta e introspecciones del paciente concernientes a su incapacidad.

El proceso en sí de experiencia, reacción.

Ruano 1999 (en Cajigas y Jimenez 2009) manifiesta que el impacto emocional se debe trabajar con la intervención psicológica durante todo el proceso previo y posterior a la amputación para:

Afrontar la perdida.

Crear adherencia al tratamiento.

Mejorar la autoestima.

Clasificar y corregir percepciones.

Educar al paciente sobre la situación actual y futura, lo que debe aprender para vivir con la prótesis.

Ayudar encontrar un ejemplo reduciendo la inseguridad asociada.

Otra herramienta fundamental es la Psicoeducación

Educación al paciente: Miembro fantasma, neuroplasticidad y homúnculo sensitivo.

Psicoeducación a la familia: Los sentimientos más comunes en un paciente después de una amputación son de depresión y ansiedad. La familia como fuente de apoyo es fundamental en el proceso.

Etapas psicológicas después de una amputación, Duelo (Saul Morris, 2003)

Negación—contención

Rabia—validación

Regateo—confrontación

Depresión—hablar con otro amputado

Aceptación y esperanza—refuerzo positivo

Adherencia

Capacitación y Motivación

Aceptación del problema

Aceptación del tratamiento

 

Aspectos demográficos a tener en cuenta en Colombia

Con una cobertura geográfica del 99,8% al 2 de noviembre, el DANE entregó los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, que arrojaron que en Colombia somos 45 millones y medio de  personas, de las cuales el 51,4% son mujeres y el 48,6% restante corresponde a los hombres.

Según la información entregada por la entidad, el 7,2% de la población que respondió al censo dijo presentar alguna dificultad funcional para realizar sus actividades diarias, lo que se traduce en cerca de tres millones y medio de personas con discapacidad.

Esto indica que la cifra de discapacidad ha crecido en los últimos años, pues de acuerdo al censo del 2005, los colombianos con discapacidad constituían el 6,4%

Este estudio del 2005 dice que Colombia tiene 122.744 personas que han tenido amputación de alguno de sus miembros. Sin tener en cuenta las personas que nacen con alguna condición de amputación.

Aunque no hay cálculos exactos, la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, estima que la incidencia de amputación en el país es de 200 a 300 personas por cada 100.000 habitantes. Esta cifra se calcula teniendo en cuenta que aproximadamente el 10% de la población tiene algún tipo de discapacidad, y que entre el 5-10% de los discapacitados son amputados.

Desde 1990 hasta el año 2005, el Observatorio de Minas de la Vicepresidencia de La República, registró más de 3.000 víctimas de minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar, de ellos, más de 2.300 fueron heridos, la mayor parte con mutilaciones y amputaciones en sus extremidades

De acuerdo con la Federación Diabetológica Colombiana en su publicación “Diabetes Control & Prevención”, datos de otros países mostraron que el 15% de todas las personas con Diabetes Mellitus desarrollarán una úlcera en el pie durante el transcurso de su enfermedad; que el 60% de las amputaciones de miembros inferiores no traumáticas fueron consecuencia del pie diabético; que el 85% de las amputaciones de las extremidades inferiores relacionadas con diabetes fueron precedidas de una úlcera en el pie; y que el 42% de los pacientes con amputación requirieron este mismo  procedimiento en la otra extremidad entre 1 a 3 años luego de la primera cirugía. En Colombia, las estadísticas muestran que entre un 7.4 a 9.4% de la población adulta es diabética, por lo tanto, se estiman 1.7 millones de personas con diabetes; de ellos, al menos un 50% tienen sus pies en riesgo de presentar neuropatía, problemas vasculares o alteraciones biomecánicas. Lo anterior permite afirmar, sin duda, que los diabéticos colombianos amputados son mayoría respecto de los amputados por causa del conflicto armado; las personas con diabetes, enfermedad arterial y ulceras crónicas de las piernas tienen como única opción de tratamiento, en muchos casos, la amputación.

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