La amputación transmetatarsiana
Es una amputación técnicamente sencilla que, como su nombre indica, se ejecuta a través de la paleta metatarsal intentando mantener una parábola. Es una amputación muy funcional, ya que mantiene intactos el tendón de Aquiles, el tibial anterior (TA) y el posterior (TP), y los tendones peroneos, fundamentalmente el peroneo brevis (PB). Por ello, se mantiene la dorsiflexión activa y el equilibrio entre flexores y extensores, inversores y eversores. No obstante y a pesar de los potenciales beneficios biomecánicos en comparación con otros niveles distales, se ha objetivado que las amputaciones transmetatarsianas no pueden generar momentos de fuerzas flexores de tobillo normales, por lo que se precisa una inusual activación de los flexores de cadera para suplir este déficit, traccionando la extremidad hacia delante.
En caso de objetivarse un Aquiles acortado, es fundamental su elongación para obtener buenos resultados y evitar nuevas ulceraciones. Las amputaciones transmetatarsianas presentan una tasa de curación que varía según las series entre el 72 y el 43%
Para entender a los pies
Debemos primero comprender su función principal el cual consiste en: Ser el soporte esencial para poder desplazarnos de forma bípeda (dos pies).
Los pies cumplen con algunas funciones básicas:
Absorber todo el peso del cuerpo, dándole equilibrio.
Absorber el constante impacto, amortiguando la energía producida por las fuerzas generadas por la marcha.
Adaptarse a los diversos tipos de superficies, incluidas las más irregulares.
Funcionar como una palanca rígida que crea las fuerzas propulsión necesaria para caminar.
Trasladar las fuerzas de rotación producidas por la cadera.
Obviamente, es relevante para la marcha.
Información propioceptiva del pie
Existen sensores especiales en sus músculos, tendones, y articulaciones sensibles a movimiento o presión. Estos le ayudan al cerebro a saber cómo sus pies están posicionados con respecto a la superficie.
Coordinación físico cerebral del pie
Todas las estructuras que integran el pie, músculos y tendones trabajan conjuntamente con los huesos, ligamentos, articulaciones todo en sincronía con el cerebro, para que los pies logren realizar estas funciones. Si alguno de estos componentes no funciona propiamente, todos los demás se verán afectados.