Factores sociales que impactan los efectos emocionales de la amputación
Todo el mundo afronta la amputación a su manera y determinados factores influyen en la reacción de cada uno. Los siguientes factores pueden tener un impacto significativo en la forma en que alguien afronta la pérdida de una extremidad:
Edad:
La edad de una persona influye en la forma en que afronta psicológicamente una amputación. Los niños y adolescentes pueden adaptarse a una amputación más rápidamente que los adultos, pero enfrentan mayores desafíos emocionales relacionados con su identidad, aceptación y rechazo. Los adultos suelen ser más vulnerables a las emociones difíciles asociadas con el funcionamiento diario, los asuntos económicos y las relaciones familiares. Cualquier edad puede experimentar depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático después de la pérdida de una extremidad.
Personalidad:
Diferentes personalidades reaccionan a la pérdida de una extremidad de diferentes maneras. Por ejemplo, las personas que tienden a experimentar depresión o ansiedad pueden tener más dificultades que otras para afrontar la pérdida de una extremidad. Del mismo modo, las personas muy autosuficientes pueden tener más problemas con la amputación que alguien que se sienta cómodo aceptando la ayuda de los demás.
Ocupación:
Si la carrera de una persona implica habilidades motoras, es más probable que experimente emociones difíciles relacionadas con la pérdida de una extremidad. Si alguien no confió en la extremidad para realizar su trabajo, es posible que experimente un impacto emocional menor.
Apoyo:
El apoyo de amigos, familiares y un equipo médico es fundamental durante la recuperación de una amputación. Las personas con suficiente apoyo social experimentan niveles más bajos de ansiedad y depresión. Las personas con una amputación que necesitan más apoyo podrían considerar conectarse con otras personas afectadas por la pérdida de una extremidad.