La pérdida de una extremidad es una experiencia estresante y devastadora que afecta todos los aspectos de la vida de una persona, incluidas sus relaciones, carrera, sueños y bienestar emocional. Es común que los amputados experimenten dolor, depresión y ansiedad después de una amputación quirúrgica o un evento traumático. 

Aunque vivir con una amputación presenta desafíos, las estrategias de afrontamiento positivas pueden ayudar a los amputados a encontrar un nuevo camino en la vida y superar las emociones difíciles. El primer paso para recuperarse de la pérdida de una extremidad es reconocer sus sentimientos y los diversos factores que afectan su salud mental. 

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Los efectos emocionales de la amputación

Una amputación afecta significativamente la vida y el estado psicológico de una persona por varias razones.

El amputado debe manejar la sensación de perder una extremidad y una pérdida de función. Pueden experimentar desafíos con la movilidad y necesitar depender de otros hasta que se adapten y recuperen la independencia. Algunos pacientes experimentan dolor de miembro fantasma, que puede afectar negativamente su calidad de vida.

Los amputados también deben hacer frente a las emociones asociadas a una nueva imagen corporal. Estos factores se combinan para producir pensamientos y sentimientos complejos. Con frecuencia experimentan una disminución de la autoestima y un miedo al futuro en las primeras etapas del proceso de curación. Sin embargo, todos estos efectos emocionales se pueden abordar y mejorar.

Factores sociales que impactan los efectos emocionales de la amputación

Todo el mundo afronta la amputación a su manera y determinados factores influyen en la reacción de cada uno. Los siguientes factores pueden tener un impacto significativo en la forma en que alguien afronta la pérdida de una extremidad:

Edad:

La edad de una persona influye en la forma en que afronta psicológicamente una amputación. Los niños y adolescentes pueden adaptarse a una amputación más rápidamente que los adultos, pero enfrentan mayores desafíos emocionales relacionados con su identidad, aceptación y rechazo. Los adultos suelen ser más vulnerables a las emociones difíciles asociadas con el funcionamiento diario, los asuntos económicos y las relaciones familiares. Cualquier edad puede experimentar depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático después de la pérdida de una extremidad.

Personalidad:

Diferentes personalidades reaccionan a la pérdida de una extremidad de diferentes maneras. Por ejemplo, las personas que tienden a experimentar depresión o ansiedad pueden tener más dificultades que otras para afrontar la pérdida de una extremidad. Del mismo modo, las personas muy autosuficientes pueden tener más problemas con la amputación que alguien que se sienta cómodo aceptando la ayuda de los demás.

Ocupación:

Si la carrera de una persona implica habilidades motoras, es más probable que experimente emociones difíciles relacionadas con la pérdida de una extremidad. Si alguien no confió en la extremidad para realizar su trabajo, es posible que experimente un impacto emocional menor.

Apoyo:

El apoyo de amigos, familiares y un equipo médico es fundamental durante la recuperación de una amputación. Las personas con suficiente apoyo social experimentan niveles más bajos de ansiedad y depresión. Las personas con una amputación que necesitan más apoyo podrían considerar  conectarse con otras personas afectadas por la pérdida de una extremidad.

La amputación * Pág.9. Consejos y estrategias para hacerle frente así como Kiera Brinkley * Todo lo relacionado