Estrategias para evitar la angustia emocional

Varios factores médicos también influyen en la forma en que alguien se enfrenta a una amputación. Estos factores incluyen: 

Condición actual:

Las personas experimentan la pérdida de una extremidad de manera diferente según su condición general. Por ejemplo, un paciente que tenía problemas de movilidad antes de una amputación de una extremidad inferior puede verse menos afectado emocionalmente que un atleta con una amputación reciente.  Sin embargo, un paciente sano que perdió una extremidad debido a un evento traumático puede adaptarse físicamente al cambio mejor que un paciente con enfermedades crónicas.

Motivo de la amputación:  

Una persona que pierde una extremidad debido a un combate o un accidente experimentará la amputación de manera diferente a un paciente que elige la amputación quirúrgica. Un paciente que padece una enfermedad vascular periférica, por ejemplo, puede aceptar la cirugía y verla como una forma de alivio.

Tiempo de preparación:

Los  pacientes que planean una amputación tienen tiempo para pasar por etapas de duelo antes de experimentar la pérdida de una extremidad. Pueden reunirse con otras personas que se hayan sometido al procedimiento para establecer expectativas realistas y ganar un sentido de esperanza. Las personas que experimentan una amputación accidental no son las primeras en vivir el duelo. Pueden ser  más propensos a sufrir un trastorno de estrés postraumático.

Complicaciones:

Si los pacientes se someten a una cirugía mal realizada o una amputación traumática, es más probable que experimenten complicaciones como dolor o una infección. Estos factores pueden afectar la rehabilitación y las emociones de una persona.

Uso de prótesis:

Las  personas que reciben una prótesis poco después de la amputación suelen experimentar menos angustia emocional que las personas que no reciben una prótesis. La rehabilitación protésica ayuda a los pacientes a adaptarse a una nueva imagen corporal y a centrarse en los objetivos futuros en lugar de en la pérdida.

Rehabilitación vocacional: 

La rehabilitación vocacional puede ser un aspecto crítico de la recuperación de una persona. A través de la rehabilitación vocacional, los pacientes pueden aprender nuevas habilidades u obtener ayuda para encontrar un trabajo significativo. Puede ayudar a la persona a resolver el estrés financiero, recuperar la autoestima y disminuir los síntomas de la depresión. 

Share

Amputación y duelo

La pérdida de una extremidad puede desencadenar el dolor de la misma manera que perder a un ser querido. El dolor es la forma natural en que las personas reaccionan ante la pérdida de cualquier cosa o persona que aman. Abarca varias etapas y emociones a medida que una persona procesa la pérdida y se adapta a los cambios. A medida que pasa el tiempo y la persona se adapta a una nueva vida, el dolor del duelo disminuye.

Aun así, el duelo es difícil y todos experimentan el duelo a su manera. Algunas personas pasarán por todas las etapas del duelo. Otros pueden experimentar solo unos pocos. El proceso de duelo tampoco ocurre en un orden particular, ni puede apresurarse. Comprender cómo se ve el duelo puede aumentar la autocompasión y ayudarlo a determinar sus necesidades.

Estas son las diferentes etapas del duelo y cómo se relacionan con la pérdida de una extremidad:

Negación:

La negación ayuda a reducir el dolor de una pérdida significativa. Puede sentirse como entumecimiento, conmoción o confusión. Las personas en la etapa de negación pueden evitar pensar o hablar sobre la pérdida. Por ejemplo,  un  paciente a punto de someterse a una amputación quirúrgica podría negarse a hablar sobre el procedimiento inminente o responder preguntas. Alguien que experimentó una amputación en un evento traumático podría estar en un estado de incredulidad de que ocurrió la pérdida.
Ira: las personas pueden sentirse enojadas cuando comienzan a liberar emociones relacionadas con su pérdida. Durante la etapa de ira, una persona puede sentirse frustrada, resentida, irritable o pesimista. Los pacientes pueden expresar enojo hacia los médicos o enfermeras después de una amputación por “engañarlos” para que se sometan a una cirugía, por ejemplo.

Negociación:

La negociación puede sentirse como culpa, miedo y ansiedad. Alguien en la fase de negociación podría pensar en el pasado y desear haber hecho algo diferente. Intentarán pensar en formas de evitar el dolor que sienten o anticipan. Por ejemplo,  un paciente puede intentar posponer su cirugía a pesar de que sea necesaria para su salud.

Depresión:

En algún momento durante el proceso de duelo, una persona se da cuenta de que la negociación no es una opción. Empiezan a ver la situación de manera realista y sienten la intensidad de su pérdida. La depresión se caracteriza por la tristeza, la desesperación, la desesperanza y la decepción. Alguien que está deprimido puede experimentar disminución de energía y retraimiento de los demás.

Aceptación:

Cuando alguien alcanza la aceptación, ya no lucha contra la realidad ni intenta negociar por algo diferente. Es posible que aún experimenten tristeza, pero es menos probable que sientan enojo o negación por su pérdida. Es posible que puedan vivir en el momento presente, hacer frente a las emociones difíciles de una manera saludable y comunicarse honestamente sobre cómo se sienten. Es posible que las personas con una amputación no alcancen la etapa de aceptación hasta que estén en un programa de rehabilitación.

Enfrentando la depresión y la ansiedad por amputación

Experimentar tristeza y un estado de ánimo deprimido a menudo es parte del proceso de duelo de las personas con una amputación. Es común que los pacientes se sientan deprimidos, especialmente si la pérdida de una extremidad ocurrió recientemente. Las tasas de síntomas de depresión disminuyen durante los años posteriores a una amputación. Cuando la depresión no mejora o se vuelve abrumadora, es hora de buscar ayuda profesional.

Los síntomas de la depresión mayor incluyen:

  • Sentimientos persistentes de tristeza, inutilidad, culpa o desesperanza.
  • Pensamientos de suicidio o autolesión.
  • Dificultad para dormir o quedarse dormido.
  • Pérdida de interés en pasatiempos o actividades que alguna vez disfrutó.
  • Pérdida de peso significativa.
  • Fatiga o falta de energía.

Sepa que la depresión mayor es altamente tratable. La psicoterapia, los antidepresivos y  la rehabilitación física pueden ayudar a aliviar los síntomas de depresión después de una amputación.

La amputación * Pág.10. Factores que afectan emocionalmente * Todo lo relacionado