La piel en los seres humanos

La piel es vital para nuestra salud y bienestar globales. Además de actuar como primera línea defensiva del organismo frente a bacterias y virus, la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos y contribuye a regular la temperatura corporal. Es muy sensible y reconoce el toque más suave, así como el dolor.  Es el órgano más grande y visible, que cubre casi 2 m² y representa casi 1/6 de nuestro peso corporal. El estado de la piel puede ejercer también un impacto significativo sobre nuestra autoestima.

En el ser humano adulto ocupa una extensión de 2 m² y pesa 4.1 kg. Tiene un espesor que oscila entre 0,5 mm en los párpados y 4 mm en el talón.​ Se divide en dos capas principales que, de superficie a profundidad, se llaman epidermis y dermis. Por debajo de la dermis se encuentra la hipodermis, también llamada tejido subcutáneo, la mayoría de los textos consideran que la hipodermis no forma parte de la piel.

​De la piel dependen varias estructuras llamadas anexos cutáneos: pelos, uñas, glándulas sebáceas y sudoríparas.

La piel consta de dos capas, la epidermis y la dermis

En la epidermis hay 4 estratos: córneo, lúcido, granuloso y germinal. En la dermis se encuentran los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas, las fibras nerviosas y el tejido conectivo.

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Función de la piel

La piel es esencial para nuestra salud y bienestar globales. La piel sana actúa como una barrera entre el mundo externo y el interior del cuerpo y es nuestra mejor y primera defensa frente a:

Frío, calor, pérdida de agua y radiación:

Como capa más externa de la piel, la capa córnea desempeña un papel básico en proteger el cuerpo frente al medio ambiente y limitar la cantidad de agua que pierde la epidermis.

Contiene factores hidratantes naturales (FHN), que derivan de los aceites sebáceos de la capa córnea, incluyendo el ácido láctico y la urea. Estos fijan al agua y ayudan a mantener la elasticidad, la firmeza y la flexibilidad de la piel. Si estos factores se desgastan, la piel pierde humedad. Cuando la humedad de la capa córnea desciende por debajo del 8 al 10%, se vuelve áspera, seca y propensa a agrietarse.

Protección frente a los rayos UV:

Cuando la piel se expone regularmente a los rayos UV, aumenta la producción de melanina en la capa basal, la piel se engrosa para protegerse a sí misma y puede aparecer hiperpigmentación. Lea más en cómo afecta el sol a la piel.

 

Presión, golpes y abrasión:

Cabe destacar nuevamente que la epidermis forma la primera capa de defensa. Las células adiposas del subcutis proporcionan un relleno que actúa como amortiguador de los golpes, protegiendo el tejido muscular y la fascia (el tejido fibroso que rodea los músculos) subyacente.

Cuando la piel es expuesta a ciertos estímulos externos, la capa córnea experimenta un engrosamiento; por ejemplo, cuando se forman callosidades en las manos o los pies cuando están expuestos continuamente a una fricción.

Sustancias químicas:

La capacidad de actuar como tampón de la película hidrolipídica y el manto ácido protector contribuye a proteger el cuerpo frente a productos químicos de carácter alcalino. Lea más en factores que influyen sobre la piel.

Bacterias y virus:

La capa córnea de la epidermis y su manto ácido forman una barrera protectora frente a bacterias y hongos. Cualquier cosa que supere a esta primera línea de defensa, activa al sistema inmunitario de la piel.

La máxima multifuncional, la piel desempeña muchos otros papeles, esenciales para nuestra salud y bienestar:

 

Regulación de la temperatura:

La piel transpira para enfriar el cuerpo y contrae el sistema vascular en la dermis para conservar el calor. Las células adiposas del subcutis también aíslan el cuerpo del frío y el calor.

 

Control de sensibilidad:

Las terminaciones nerviosas de la piel hacen que sea sensible a la presión, la vibración, el tacto, el dolor y la temperatura.

Regeneración:

La piel es capaz de reparar heridas y adaptarse a diversos tipos de lesiones

¿Qué ocurre cuando la piel se daña?

La piel sana y carente de problemas es de color uniforme, textura lisa, bien hidratada y adecuadamente sensible al tacto, la presión y la temperatura. Cuando se altera la barrera natural de la piel, su función protectora y su aspecto sano se ven comprometidos:

Pierde humedad y elasticidad y puede verse y percibirse reseca, áspera, agrietada y/o flácida.
Llega a ser cada vez más sensible a influencias externas (como el sol y los cambios térmicos) y es especialmente propensa a la infección.

La piel infectada puede llegar a inflamarse, dado que las células inmunitarias inflamatorias se desplazan hacia la piel para tratar de reparar la barrera dañada y curar la infección. En caso de afectaciones como la dermatitis atópica y picazón del cuero cabelludo, a menudo es necesario aplicar un tratamiento especializado para romper el círculo vicioso de comezón repetida e infección posterior y para ayudar a regenerar la barrera natural de la piel.

La piel posee diversos mecanismos de regeneración y reparación. La capa basal asegura una renovación estable de la epidermis a través de la división celular continua:

Si una lesión queda confinada en la capa más superior de la piel, la lesión (conocida como erosión) puede curarse sin producir una cicatriz.
Si la lesión alcanza la dermis y se afecta la membrana basal (por ejemplo, una úlcera) entonces la aparición de cicatrices es común.

La curación de las heridas pasa por varias etapas consecutivas:

La sangre coagulada forma una membrana con superficie dura que se adhiere a la herida (costra).
Las células muertas y dañadas y sus tejidos conectivos se desintegran y son disueltos por enzimas.
Las células que protegen el cuerpo digiriendo las bacterias nocivas y las células muertas se activan. Los líquidos linfáticos fluyen hacia la herida.

Células nuevas – incluyendo brotes capilares, tejidos conectivos y fibras de colágeno – se forman en un proceso conocido como epitelización.

Esta última etapa puede ser estimulada y sostenida por la aplicación de productos tópicos que ayuden a la cura (por ejemplo, el dexpantenol).

Lea más acerca de los factores que influyen sobre la salud cutánea y acerca del modo de mantener la piel sana, en factores que influyen sobre la piel, cuidados de la piel corporal y pauta diaria de cuidado cutáneo facial.

Piel humana * Pag.2. Fisiología * Todo lo relacionado