Función de la piel
La piel es esencial para nuestra salud y bienestar globales. La piel sana actúa como una barrera entre el mundo externo y el interior del cuerpo y es nuestra mejor y primera defensa frente a:
Frío, calor, pérdida de agua y radiación:
Como capa más externa de la piel, la capa córnea desempeña un papel básico en proteger el cuerpo frente al medio ambiente y limitar la cantidad de agua que pierde la epidermis.
Contiene factores hidratantes naturales (FHN), que derivan de los aceites sebáceos de la capa córnea, incluyendo el ácido láctico y la urea. Estos fijan al agua y ayudan a mantener la elasticidad, la firmeza y la flexibilidad de la piel. Si estos factores se desgastan, la piel pierde humedad. Cuando la humedad de la capa córnea desciende por debajo del 8 al 10%, se vuelve áspera, seca y propensa a agrietarse.
Protección frente a los rayos UV:

Cuando la piel se expone regularmente a los rayos UV, aumenta la producción de melanina en la capa basal, la piel se engrosa para protegerse a sí misma y puede aparecer hiperpigmentación. Lea más en cómo afecta el sol a la piel.
Presión, golpes y abrasión:

Cabe destacar nuevamente que la epidermis forma la primera capa de defensa. Las células adiposas del subcutis proporcionan un relleno que actúa como amortiguador de los golpes, protegiendo el tejido muscular y la fascia (el tejido fibroso que rodea los músculos) subyacente.
Cuando la piel es expuesta a ciertos estímulos externos, la capa córnea experimenta un engrosamiento; por ejemplo, cuando se forman callosidades en las manos o los pies cuando están expuestos continuamente a una fricción.
Sustancias químicas:
La capacidad de actuar como tampón de la película hidrolipídica y el manto ácido protector contribuye a proteger el cuerpo frente a productos químicos de carácter alcalino. Lea más en factores que influyen sobre la piel.
Bacterias y virus:
La capa córnea de la epidermis y su manto ácido forman una barrera protectora frente a bacterias y hongos. Cualquier cosa que supere a esta primera línea de defensa, activa al sistema inmunitario de la piel.
La máxima multifuncional, la piel desempeña muchos otros papeles, esenciales para nuestra salud y bienestar:
Regulación de la temperatura:

La piel transpira para enfriar el cuerpo y contrae el sistema vascular en la dermis para conservar el calor. Las células adiposas del subcutis también aíslan el cuerpo del frío y el calor.
Control de sensibilidad:

Las terminaciones nerviosas de la piel hacen que sea sensible a la presión, la vibración, el tacto, el dolor y la temperatura.
Regeneración:
La piel es capaz de reparar heridas y adaptarse a diversos tipos de lesiones