La piel (del latín pellis) o cutis (del latín cutis)

También conocida como sistema tegumentario, es la cubierta externa de los animales vertebrados y uno de sus órganos más importantes. ​Las cubiertas de otros animales, como el exoesqueleto de los insectos, tiene otra estructura, composición química y desarrollo embrionario. ​Mientras otros animales poseen una epidermis similar, la dermis, la capa de tejido conjuntivo debajo, es característica de los cordados.

Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, funciona también como sistema de comunicación con el entorno y es uno de los principales órganos sensoriales, contiene terminaciones nerviosas que actúan como receptores de tacto, presión, dolor y temperatura. Está formado por la piel propiamente dicha y las faneras o anexos cutáneos: pelos, uñas, glándulas sebáceas y sudoríparas.​ Las enfermedades de la piel son estudiadas por la dermatología.

La piel en los seres humanos

La piel es vital para nuestra salud y bienestar globales. Además de actuar como primera línea defensiva del organismo frente a bacterias y virus, la piel sana mantiene el equilibrio de líquidos y contribuye a regular la temperatura corporal. Es muy sensible y reconoce el toque más suave, así como el dolor.  Es el órgano más grande y visible, que cubre casi 2 m² y representa casi 1/6 de nuestro peso corporal. El estado de la piel puede ejercer también un impacto significativo sobre nuestra autoestima.

En el ser humano adulto ocupa una extensión de 2 m² y pesa 4.1 kg. Tiene un espesor que oscila entre 0,5 mm en los párpados y 4 mm en el talón.​ Se divide en dos capas principales que, de superficie a profundidad, se llaman epidermis y dermis. Por debajo de la dermis se encuentra la hipodermis, también llamada tejido subcutáneo, la mayoría de los textos consideran que la hipodermis no forma parte de la piel.

​De la piel dependen varias estructuras llamadas anexos cutáneos: pelos, uñas, glándulas sebáceas y sudoríparas.

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Estructura de la piel

La piel, órgano dinámico constantemente cambiante, se compone en tres capas principales: epidermis, dermis y subcutis o tejido subcutáneo, cada una de las cuales está formada por varias subcapas. Los anejos de la piel, como folículos y glándulas sebáceas y sudoríparas, también desempeñan diversos papeles en su función global.

La piel comprende tres capas: epidermis, dermis y subcutis.

Epidermis

La epidermis, como capa más externa que vemos y tocamos, nos protege frente a toxinas, bacterias y pérdida de líquidos. Consta de 5 subcapas de células llamadas queratinocitos. Estas células, producidas en la capa basal más interna, migran hacia la superficie de la piel, madurando y experimentando una serie de cambios. Este proceso, conocido como queratinización (o cornificación), hace que cada una de las subcapas sea distinta.

  1. Capa basal (o estrato basal): Es la capa más interna, donde se producen los queratinocitos.
  2. Capa espinosa (o estrato espinoso): Los queratinocitos producen queratina (fibras de proteína) y llegan a adoptar forma de huso.
  3. Capa granular (estrato granuloso): Comienza la queratinización: las células producen gránulos duros y, a medida que estos empujan hacia arriba, cambian a queratina y lípidos epidérmicos.
  4. Capa clara (estrato lúcido): Las células están densamente comprimidas, aplanadas y no pueden distinguirse unas de otras.
  5. Capa córnea (o estrato córneo): Es la capa más externa de la epidermis y comprende, en promedio, unas 20 subcapas de células muertas, aplanadas, en función de la parte del cuerpo que recubre la piel. Estas células muertas se desprenden regularmente en un proceso conocido por descamación. La capa córnea es también asiento de los poros de las glándulas sudoríparas y las aberturas de las glándulas sebáceas.

La capa cutánea más externa se conoce como capa córnea y de ella se desprenden con regularidad células muertas.

Las células de la capa córnea se unen entre sí por medio de los lípidos epidérmicos. Estos lípidos son esenciales para la salud de la piel: crean su barrera protectora y fijan la humedad. Cuando faltan los lípidos, la piel puede llegar a estar seca y puede percibirse tirante y áspera.

La epidermis está cubierta por una emulsión de agua y lípidos (grasas) conocida como película hidrolipídica. Esta película, mantenida por secreciones de las glándulas sudoríparas y sebáceas, contribuye a mantener la piel flexible y actúa como barrera adicional frente a bacterias y hongos.

La parte acuosa de esta película, conocida como manto ácido protector, contiene:

  • Ácido láctico y diversos aminoácidos del sudor.
  • Ácidos grasos libres del sebo.
  • Aminoácidos, ácido pirrolidincarboxílico y otros factores hidratantes naturales (FHN), que son predominantemente productos secundarios del proceso de queratinización.

Dentro de la capa córnea, las células se unen entre sí por medio de lípidos, que son esenciales para mantener la piel sana.

Este manto ácido protector proporciona a la piel sana su pH ligeramente ácido, entre 5,4 y 5,9. Es el medio ideal:

  • Para que vivan los microorganismos afines a la piel (conocidos como flora cutánea saprófita) y sean destruidos los microorganismos nocivos.
  • Para la formación de lípidos epidérmicos.
  • Para las enzimas que impulsan el proceso de descamación.
  • Para que la capa córnea sea capaz de repararse a sí misma cuando esté dañada.

En la mayoría de las partes del cuerpo, la epidermis tiene un espesor de solo 0,1 mm aproximadamente en total, aunque es considerablemente más delgada en la piel que rodea los ojos (0,05 mm) y considerablemente más gruesa (entre 1 y 5 mm) en las plantas de los pies. Para aprender más lea comprendiendo la piel en diferentes partes del cuerpo y cómo se diferencia la piel masculina de la piel femenina.

Dermis (o cutis verdadero)

La dermis consiste de una capa gruesa sobre el subcutis y una capa en forma de onda por debajo de la epidermis.

La dermis es la capa media de la piel, gruesa, elástica, pero firme, compuesta de 2 subcapas:

  • La capa inferior (o estrato reticular): zona gruesa y profunda, que establece una confluencia líquida con el subcutis.
  • La capa superior (o estrato papilar): establece una confluencia definida, en forma de onda, con la epidermis.

Los principales componentes estructurales de la dermis son el colágeno y la elastina, tejidos conectivos que confieren fuerza y flexibilidad y son los componentes vitales de la piel sana, de aspecto juvenil. Estas fibras están impregnadas de una sustancia de tipo gel (que contiene ácido hialurónico), que posee una gran capacidad para retener agua y contribuir a mantener el volumen de la piel.

El estilo de vida y factores externos como el sol y los cambios de temperatura tienen un impacto sobre los niveles de colágeno y elastina y sobre la estructura de la sustancia circundante. A medida que envejecemos, nuestra producción natural de colágeno y elastina declina y disminuye la capacidad de la piel para fijar agua. La piel adquiere un aspecto menos tonificado y aparecen arrugas. Lea más en factores que influyen sobre la piel, cómo afecta el sol a la piel y envejecimiento de la piel.

La dermis desempeña un papel clave en proteger el cuerpo frente a influencias irritantes externas, así como en nutrir las capas más externas de la piel desde dentro:

  1. Su textura gruesa y firme ayuda a amortiguar los golpes externos y, cuando llega a ocurrir algún daño, contiene tejidos conectivos como fibroblastos y mastocitos que curan las heridas.
  2. Es rica en vasos sanguíneos que nutren la epidermis mientras eliminan los desechos.
  3. Las glándulas sebáceas (que liberan sebo o aceite en la superficie de la piel) y las glándulas sudoríparas (que liberan agua y ácido láctico en la superficie de la piel) se localizan en la dermis. Estos líquidos se combinan entre sí para formar la película hidrolipídica.

La dermis también aloja:

  1. Vasos linfáticos.
  2. Receptores sensoriales.
  3. Raíces pilosas: El extremo bulboso del tallo capilar, donde se desarrolla el cabello.
La dermis protege al cuerpo con su almohadillado, su capacidad para nutrir y eliminar los desechos, así como con su capacidad de sudar.

Subcutis (o hipodermis)

El subcutis sirve de almohadilla y aislante del cuerpo y contiene células adiposas, fibras de colágeno y vasos sanguíneos.

La capa más interna de la piel almacena energía mientras sirve de almohadilla y aislante del cuerpo. Se compone principalmente de:

  • Células adiposas (adipocitos): Agregadas entre sí en grupos de tipo almohadilla.
  • Fibras especiales de colágeno (llamado septos tisulares o límites): son el tejido conectivo suelto y esponjoso que mantiene juntas a las células de grasa.
  • Vasos sanguíneos.

El número de células adiposas que contiene el subcutis difiere en las las distintas partes del cuerpo. Por otra parte, la distribución de las células adiposas también difiere entre hombres y mujeres, lo mismo que la estructura de otras partes de la piel.
La piel cambia durante el periodo de vida de una persona. Para aprender más lea la piel en diferentes edades.

Piel humana * Pag.1. Anatomía * Todo lo relacionado