¿Qué son los pies planos?
Entendemos por “pie plano” el que tiene una disminución de la altura del arco longitudinal plantar (también llamado bóveda plantar).
De hecho es un conjunto de trastornos de la alineación cuando el niño está de pie y apoya su peso sobre la bóveda plantar. En esta situación, el talón se desvía hacia afuera (lo que llamamos “talo valgo”), la zona del arco plantar en el mediopie toca el suelo dando una apariencia de pie “hundido” y la parte más anterior del pie se coloca en supinación, es decir, con mayor apoyo de la parte interna.
En el niño existen básicamente dos tipos de pie plano:
- El pie plano flexible.
- El pie plano rígido.
El pie plano flexible
Se caracteriza por ser un pie con una estructura esquelética normal pero con mucha flexibilidad en sus articulaciones. Por ello, cuando el niño se pone de pie y apoya su peso, el puente se hunde y el talón se desvía hacia afuera. Sin embargo, cuando lo hacemos poner de puntillas, vuelve a aparecer el puente y el talón se coloca corregido hacia adentro. El término flexible se refiere a la movilidad de las articulaciones del pie y su capacidad para corregir estos trastornos de alineación. Este es el tipo de pie más frecuente en el niño y se considera una situación de normalidad durante los primeros años de vida.
Figura: pie plano con hundimiento del arco longitudinal interno.
El pie plano rígido
Se caracteriza porque existen uniones anómalas entre los huesos del pie. Ello provoca una deformidad con menor altura del arco longitudinal y una desviación en, valgo del talón. Cuando el niño se pone de puntillas, la postura del pie no cambia debido a que la movilidad está bloqueada por la unión entre los huesos. Existen dos tipos básicos de unión anómala, entre los huesos astrágalo y calcáneo o entre los huesos calcáneo y escafoides. La primera provoca un bloqueo mucho más rígido. Esta situación es definitiva y no cambia con la edad.
¿Cómo se forma el arco longitudinal del pie?
El arco longitudinal del pie se desarrolla de manera progresiva los primeros años de vida, alcanzando su máxima altura hacia la adolescencia.
Durante los 2-3 primeros años de vida el pie del niño tiene una apariencia de pie plano. Esto viene condicionado por su gran elasticidad y por el acúmulo de tejido adiposo en la zona interna de la planta del pie.
A partir de los 5 años el arco ya es aparente y seguirá aumentando de manera progresiva. En general las chicas suelen tener el arco algo más pronunciado que los chicos.
Sin embargo, existe un amplio rango de normalidad en cuanto a la altura del arco longitudinal.
De hecho, hasta un 20% de la población no llega nunca a desarrollar un arco longitudinal claro y presenta durante toda la vida unos pies planos flexibles indoloros y funcionales. Por ello, actualmente consideramos el pie plano flexible como una variante de la normalidad.
No conocemos cuál es el mecanismo exacto que determina que un pie desarrolle el arco longitudinal en mayor o menor medida.
No obstante, existen diferentes trabajos que demuestran la importancia de factores externos como el calzado. Estudios en países en desarrollo muestran una mayor presencia de pies planos entre los niños que usan zapatos que entre los que van descalzos. Parece que el hecho de ir descalzo favorece el desarrollo de la musculatura propia del pie, mientras que los calzados rígidos interfieren en este proceso. Por ello, actualmente se recomienda que el calzado del niño sea flexible.
En el caso del pie plano rígido por uniones anómalas, el arco no se forma correctamente debido al bloqueo en el desarrollo esquelético. No obstante, la unión ósea puede ser incompleta o ser solo de cartílago no osificado en los primeros años de vida, por lo que puede haber un cierto desarrollo del arco longitudinal.