Las partes que componen la mano
Los huesos son los tejidos duros que dan a la mano su forma y estabilidad.
Las falanges son los huesos de los dedos.
Los metacarpianos son los huesos de la mano.
Los carpianos son los huesos de la muñeca.
Las articulaciones son los sitios de unión entre dos huesos, y hacen posible el movimiento.
Los ligamentos son tejidos blandos que conectan los huesos entre sí y estabilizan las articulaciones.
Los músculos son tejidos blandos que se contraen (tensan) y relajan para mover la mano.
La membrana sinovial produce un líquido en el interior de las articulaciones para lubricarlas y reducir la fricción durante el movimiento.
Las placas palmares son tejidos duros que estabilizan las articulaciones y evitan que los dedos puedan doblarse hacia atrás.
Las vainas tendinosas son tubos llenos de líquido que rodean, protegen y guían los tendones.
Los tendones son bandas de tejido fibroso que conectan los músculos a los huesos.
Los vasos sanguíneos transportan la sangre hacia y desde la mano.
Los nervios envían y reciben mensajes que permiten sentir y coordinar los movimientos.
La aponeurosis (o fascia) palmar es una capa de tejido blando que estabiliza la palma de la mano.