¿Cómo se trata el dolor del miembro fantasma?
El dolor del miembro fantasma puede desaparecer por sí solo. Pero para el dolor que se experimenta con el tiempo, se creará un plan de tratamiento específico basado en los síntomas, el nivel de dolor y la edad de su hijo. Se pueden combinar múltiples tratamientos para el dolor fantasma y pueden incluir:
- Analgésicos – de venta libre o recetados
- Medicamentos anticonvulsivos o antidepresivos, que pueden aliviar el dolor neuropático
- Cremas o parches tópicos
- Terapia física
- Terapia ocupacional
- Terapia de espejo
- Terapia de desensibilización
- Ejercicio
- Asesoramiento psicológico
- Estimulación del electrodo nervioso
- Cambios en el estilo de vida, como pérdida de peso o modificaciones en la actividad.
- Terapia de Masajes
- Acupuntura
- Bloques nerviosos
- Cirugía
La gabapentina, los antidepresivos tricíclicos, los opiáceos, los bloqueos nerviosos y los catéteres epidurales han mostrado un éxito mixto en adultos y los informes de casos documentan una utilidad potencial en pacientes pediátricos.
Nota: Recuerde siempre tener el aval de su médico ortopedista tratante para ingerir o realizar cualquiera de los tratamientos anteriores en el manejo del dolor del miembro fantasma, y con mayor responsabilidad cuando se trata de un menor de edad.
Los tratamientos no farmacológicos, como la terapia de espejo, la psicoterapia la terapia de realidad virtual y la acupuntura también se han utilizado con éxito en el dolor de miembro fantasma pediátrica.
¿Qué desencadena el dolor de miembro fantasma en los niños?
El dolor fantasma ocurre comúnmente en niños y adolescentes. La asociación del dolor preoperatorio en la extremidad enferma y la aparición posterior de dolor fantasma sugiere que la anestesia regional preoperatoria puede prevenir el dolor fantasma.
Para las amputaciones relacionadas con el trauma, la prevalencia de dolor de miembro fantasma se manifiesta más que en amputaciones relacionadas congénitamente.
Existen diferencias potenciales entre los desencadenantes del dolor del miembro fantasma en niños.
En un estudio, los niños informaron más desencadenantes físicos (por ejemplo, golpear o lesionar la extremidad amputada, caminar o sentarse durante mucho tiempo) o no pudieron identificar un desencadenante en comparación con las niñas que informaron más desencadenantes psicosociales (por ejemplo, conocer gente nueva, tomar una prueba o sentirse estresado)
El dolor del miembro fantasma también puede estar relacionado con el dolor previo a la amputación en poblaciones pediátricas, aunque los resultados de esta investigación han sido mixtos.
De manera similar, un estudio de 1995 no encontró una correlación significativa entre la experiencia del dolor previo a la amputación y el dolor de miembro fantasma posterior a la amputación, pero sí notó que la mayoría de los pacientes que experimentaron dolor de miembro fantasma también experimentaron dolor preoperatorio.