¿Qué le sucedió a Daniella Álvarez?

Todo empezó el pasado 15 de mayo de 2020, cuando Daniella tuvo que pasar por el quirófano para que le retirasen una pequeña masa que le encontraron delante de las costillas. En esta operación, la primera de las cinco cirugías que ha vivido la modelo, los médicos vieron que la masa comprometía la arteria aorta, el vaso sanguíneo más importante del organismo: “Resulta que cuando los médicos entraron a sacarme esta masita, se dieron cuenta que estaba absolutamente pegada a la aorta y en las personas jóvenes las arterias no funcionan igual que en los adultos. En estos momentos cuando me fueron a retirar mi masita, mi aorta (…) se cerró”, explicaba la modelo.

Con un vídeo muy emotivo comunicaba, el pasado 12 de junio, su intención de someterse a una última operación para amputarse el pie izquierdo y parte de la pierna. Fuerte y Alegre, Daniella se recuperó de esa intervención y se muestra orgullosa, ya sin la venda, en el tercer día de postoperatorio.

Aunque la cirugía fue un éxito y salvaguardó su aorta, el pie izquierdo quedó inutilizado por la prolongada falta de riego durante la obstrucción de la arteria. Como ninguna de las operaciones logró devolverle las funciones plenas de sus piernas, la modelo y presentadora que no concibe su vida normal sin el baile decidió amputarse la extremidad enferma.

“Yo tomé la decisión de tener una prótesis que me deje bailar champeta, bachata, correr, montar bicicleta”, “Quiero compartir con ustedes mi nueva versión”, dice al mostrar las primeras imágenes sin su pie izquierdo, en las que aparece rodeada de su familia y sus seres queridos. “Amo mi cuerpo igual que antes, estoy feliz de estar aquí en este mundo para superar todos los retos que vienen en mi nueva vida. Sé que de la mano de Dios todo lo lograré. Pies para qué los quiero si tengo alas para volar. ¡Vamos para adelante!”, dice en su Instagram.

La isquemia en las extremidades inferiores produce intensos dolores. Enfrentarse de repente a esta enfermedad, que suele presentarse de manera gradual y crónica, ha sido todo un trago para la modelo que, no obstante, se mantenía agradecida y optimista desde un principio.