Una de las complicaciones que más alteran la vida y que afecta a miles de sobrevivientes de sepsis es la amputación de una o más extremidades. Las personas que entran en shock séptico pueden desarrollar pequeños coágulos de sangre en sus vasos sanguíneos, que impiden el flujo sanguíneo adecuado a sus dedos, manos, brazos, dedos de los pies, pies y piernas. La sangre transporta oxígeno y nutrientes vitales y, si los tejidos del cuerpo se ven privados de ellos, comienzan a morir.
Alex Lewis a sus 34 años perdió las cuatro extremidades, al igual que su boca y nariz, a causa de un choque séptico por estreptococos A. Dice que el año en que perdió la cara y sus cuatro extremidades fue “el mejor de su vida”, y que no cambiaría lo que le sucedió. Ahora a sus 41 años, dice que pensó que había contraído lo que él describe como gripa, que unos días en la cama le harían sentir mejor. La piel se le empezó a poner morada, su pareja llamó inmediatamente a la ambulancia para llevarlo al Hospital de Winchester.